No hay comida más sencilla y a la vez más rica y apetecible que una buena pizza. Una base de masa e ingredientes variados que pasan un rato por el horno y se convierten en una delicia. Por eso mucha gente opta por hacerlas en casa. ¡Y llega la desilusión! La masa se queda dura, crece de más o es una plasta blandengue que en nada se parece a la del restaurante italiano favorito de la familia.

¿No sabes a qué se debe esto? Trabajar las masas es algo complejo y requiere de un gran conocimiento del funcionamiento de la harina y las levaduras. Además, la mayoría de restaurantes cuentan con amasadoras que facilitan el proceso, ya que trabajan la masa de mejor manera e incluso aplican calor que hacen que luego se cueza de la mejor manera. Pero cada vez son más las personas que han decidido superar el trabajo de los restaurantes y lograr la masa perfecta para pizza en casa. Por eso en el mercado existen una gran cantidad de amasadoras domésticas muy asequibles que ofrecen resultados fantásticos. Si te pica el gusanillo, aquí tienes un listado de las mejores.

Los ingredientes

Pocos ingredientes son necesarios, pero sí es imprescindible que se encuentren en el estado indicado para que la receta funcione. Se precisan 400 gr. de harina de trigo, 220 ml. de agua tibia, un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 17 gramos de levadura fresca y sal.

Luego podrás añadir encima todo lo que desees, pues las opciones que ofrece este plato italiano son casi infinitas. Lo habitual es añadir una buena base de salsa de tomate casera, orégano (siempre sobre el tomate y no sobre los alimentos, para evitar que se queme), un queso que se derrita bien, como emmental rallado y jamón cocido dulce de buena calidad. Hay que le añade champiñones, distintos quesos azules y cremosos, aceitunas e incluso existen los que son amigos de la piña en las pizzas. Para gustos, los colores.

La receta

Utiliza un bol grande (y preferiblemente de barro, loza o metal, para que no se pegue) para echar el aceite, el agua tibia y al levadura. Mezclar hasta que todo se compacte y añadir la sal. Poco a poco, y mejor si la tamizamos, ir incorporando la harina hasta que todo se integre.

En este punto, lo ideal es añadir la masa a la amasadora. Pero si no disponemos de una, enharinar una superficie de la encimera o mesa de cocina y añadir la mezcla. Se trata de amasar bien durante unos 10 minutos.

Una vez todo integrado, hay que dejar el resultado reposar durante al menos una hora tapado con un trapo de cocina limpio.

De las cantidades indicadas pueden salir un par de pizzas hermosas o tres medianas. Cortar la masa en las porciones deseadas, aplanar (si es con ayuda de un rodillo mejor) y, una vez añadidos los ingredientes deseados, hornear durante unos 20 minutos a 180 grados.